Madrid, 25 sep (Prensa Latina) Las relaciones diplomáticas entre España y México llevan tiempo bajo tensiones, acentuadas ahora con la exclusión del rey Felipe VI a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.
Si quedaban dudas del rumbo que podían tomar los nexos con la asunción de Sheinbaum como presidenta de México, quedaron disipadas al no extenderse una invitación a los actos del 1 de octubre al monarca, que es el jefe de Estado de España.
«El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. el Rey de la invitación a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, el próximo 1 de octubre en Ciudad de México» dijo la Cancillería en un escueto comunicado.
«Por este motivo el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel», sentenció a continuación.
Los ministros de Defensa, Margarita Robles, y de Justicia y las Cortes, Félix Bolaños, deploraron la medida en un momento en que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y su canciller, José Manuel Albares, se encuentran en Naciones Unidas.
Desde México se supo que Claudia Sheinbaum indicó en rueda de prensa que no invitó a Su Majestad a su ceremonia de investidura, porque el monarca no respondió a una carta del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
‘Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales. En cambio, parte de la carta se filtró en medios de comunicación’, dijo Sheinbaum en un comunicado.
Ya el asunto fue tratado en una llamada telefónica que le hizo Sánchez a Sheinbaum acerca del caso.
López Obrador pidió a Felipe VI en la carta del 1 de marzo de 2019 que expresara «de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados por la conquista».